Bloqueo en la negociación del convenio colectivo de transporte de mercancías de la provincia de Zaragoza

Tras seis reuniones entre la patronal del transporte de mercancías y los sindicatos que representan a los/as trabajadores/as UGT, CCOO y OSTA, sigue sin avanzar la negociación del convenio de transportes de mercancías de la provincia de Zaragoza.

La falta de voluntad de la patronal para acercarse a una actualización salarial suficiente, para mejorar las condiciones de trabajo y para adaptarse a las nuevas realidades laborales y sociales, hacen imposible un acuerdo.

Parece que el cambio de siglo no tuvo lugar en el sector del transporte, a pesar de la vital importancia que tiene el suministro diario de mercancías, la logística y el aumento de los beneficios que las empresas obtienen imputando costes a precios, parece que no están llegando a los/as verdaderos/s artífices de ese flujo de mercancías que llega a las empresas, los almacenes, los supermercados etc… que son los/as trabajadores/as del transporte y la logística.

Un sector con trabajadores esenciales durante la pandemia, donde todo el reconocimiento fue el aplauso de la ciudadanía y la indiferencia de la patronal; salarios con incrementos históricamente de subsistencia, tiempos y condiciones de trabajo que alientan a la fuga de trabajadores, media de edad alta y falta de profesionales. Este es el resultado de un convenio obsoleto, desactualizado y sin motivación económica y laboral que la patronal se resiste a modificar.

El próximo miércoles 14 de septiembre retomamos la negociación donde, por la parte social se solicita como mínimo, que económicamente se nos valore y equipare con otras CCAA.

Zaragoza es la plataforma logística más importante de España en volumen de mercancías, pero esa importancia no se ve reflejada con un trato equivalente para sus trabajadores/as.

La patronal no nos ha dado motivos para ser optimistas, cada mes sin acuerdo tiene un impacto asfixiante sobre el poder adquisitivo con y los/as trabajadores/as del sector queremos seguir poder viviendo sin tener que aceptar que cada artículo del convenio sea como un clavo que asegura el ataúd de la precariedad